Una poesía encima de la moto

Todavía recuerdo cómo Kevin Schwantz hacía rugir la Suzuki Lucky Strike. Ahora nos sorprende que sigue colaborando con la marca japonesa. A sus 50 años continúa en forma. Sus trazadas son inconfundibles. Motores de dos tiempos que desde aquí huelen a Castrol. Y una trazada inigualable. Sus piques con Wayne Rayne fueron épicos.

Schwantz Moto

Una poesía encima de la moto. Un rubio que todavía nos levanta el ánimo, ahora que las cosas no van precisamente bien. Motociclismo y solo motociclismo.

Los propulsores de dos tiempos eran más ligeros, menos potentes pero igualmente agresivos. Recordamos la trifulca de las configuraciones Big-Ben. Ahora ya en desuso. Mientras tanto disfrutamos con el equipo Suzuki:

Publicado por Angel Peces

Periodista Digital, blogger. Especializado en redes sociales, community management, motociclismo y tecnología multidisciplinar

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